Este tipo de atentados violentos ha sido denominado generalmente como terrorismo anarquista. El famoso teórico anarquista Piotr Kropotkin apoyó inicialmente este tipo de práctica, diciendo que «un acto puede, en unos pocos días, hacer más propaganda que miles de panfletos». Sin embargo, él y otros pensadores comenzaron a albergar dudas sobre la eficacia de esta táctica a finales del siglo XIX. «Una estructura basada en siglos de historia no puede ser destruida con unos cuantos kilos de explosivos», publicó Kropotkin.
William McKinley inauguró su segundo mandato el 4 de marzo de 1901 con la intención de volcarlo más hacia cuestiones de política interior. El día 6 de septiembre, un anarquista llamado León Czolgosz disparó dos veces sobre su cabeza durante una recepción pública. El presidente de los Estados Unidos falleció ocho días después.
Cuarenta y cinco días después, el asesino fue condenado a morir en el flamante invento de Edison: la Silla Eléctrica
Otros atentados anarquistas consiguieron acabar con la vida del zar Alejandro II (1881); del presidente de Francia, Sadi Carnot (1894); del presidente de España, Cánovas del Castillo (1897); del rey de Italia, Humberto I (1900) y del presidente de España, José Canalejas (1912).
Fragmento de la película "Germinal" de Claude Berri ,basada en la novela homónima de Emile Zola
No hay comentarios:
Publicar un comentario